Discúlpenme señores pero yo estoy como siempre. Me he
levantado a la hora de siempre. He desayunado aproximadamente lo de siempre. Y
me he puesto a trabajar, como siempre. Sin embargo, todos sabemos que hoy ya no
es un día cualquiera, hoy es diferente. Hoy comienza una nueva etapa, aún por
saber cómo será, eso lo dirá el tiempo, pero nueva. Unos la aceptan con alegría
y ganas de trabajar. Otros se sienten vencidos y se esconden de algún modo. Los
ciudadanos la acogemos con incertidumbre y una mezcla de esperanza.
Así reflejaba el cambio Diario de Navarra |
Por todos era sabido y esperado lo sucedido, no creo que
haya pillado demasiado de susto a nadie, sin embargo, el ambiente ayer vivido,
y también en día anteriores, sí que cogió a los partidos políticos fuera de
juego. Han sido unos comicios enrarecidos. Oigan y no lo digo sólo yo, ayer
varios de los políticos que se paseaban entre urnas lo mencionaban. La gente
estaba apática, desmoralizada, cansada… ¿Era un buen momento para las
elecciones? Eran sin duda algo necesario. Sin embargo, la población lo acogió con
una tristeza y un descrédito pocas veces sentido.
En cuanto a los resultados, ya les he dicho unas líneas más
arriba, que no ha pillado de susto a nadie. Como en toda batalla ha habido un
vencedor y un vencido, pero en esta el bando de los ganadores cuenta con nuevos
partidos que tan sólo soñaban con una situación así. Siendo clara en palabras y
solicitando de antemano su perdón, para mí lo que ha sucedido es que ha perdido
el PSOE, que haya ganado el PP es la consecuencia de lo anterior.
Llevamos años inmersos en una situación que nos ha
arrastrado a un abismo. La palabra crisis, que yo estudié en la carrera como
algo extraordinario, se ha convertido en una rutina y en una carga casi
imposible de sobrellevar en nuestras familias. Y todo sin que desde el Gobierno
se vieran aquellos famosos “brotes verdes”. Más de cuatro años de agonía
financiera, económica, laboral y social que han desembocado en la mayor derrota
de la historia del PSOE y la mayor victoria de la historia del PP. El tiempo
nos dará o nos quitará la razón, él es el único que tiene potestad para
hacerlo. Mientras tanto, España ha amanecido hoy con el mismo aire, con las
mismas, calles, con la misma vida, pero con una pregunta nueva: ¿será el
comienzo de otra era?
Por de pronto, en el panorama político han irrumpido las
pequeñas formaciones, esas que sólo eran chinas en los zapatos de bipartidismo
y que ahora pasan a formar parte del mosaico político español. Hablamos de IU,
UPyD, Amaiur (la gran sorpresa y el gran vencedor de los comicios a mi parecer),
etc. que lucharán por representar la pluralidad que hay en nuestro país, aunque
la abultada mayoría absoluta del PP se lo ponga difícil. Aún así, esto no es más
que otra muestra más de que algo está cambiado en nuestra España. Estamos
madurando y está madurando nuestra democracia (aún en pañales, si se me
permite). Están madurando y calando los movimientos callejeros que pedían el
voto para las minorías. Estamos crean otra España diferente.
Pero para llegar a un país realmente adulto en lo que a
democracia se refiere nos falta unas cuantas elecciones aún. Nos falta coraje.
Nos falta ilusión. Nos falta responsabilidad política. Y nos sobran recuerdos. Nos
sobra la sombra de la dictadura, de los fusilamientos, de los bandos
enfrentados, de las familias enfrentadas.
Ayer España habló, no sé si con más o con menos acierto. Ahora sólo
queda esperar que esto no sea sólo un sueño.Nos leemos bloggeros!!!
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